La Europa League no es la Champions. Pero es una competición europea. Y este Barça que está construyendo Xavi necesita títulos para crecer. Los blaugranas, de hecho, son favoritos para ganar la Europa League. Y la eliminatoria ante el Galatasaray se antojaba relativamente cómoda. Nada más lejos de la realidad. En el partido de ida, disputado anoche en el Camp Nou, el Barça no pasó del empate y provocó un sorprendente e inesperado frenazo a la ilusión que había generado con sus cuatro victorias consecutivas.
Fue una primera mitad de picar piedra ante un rival muy encerrado en su área. La mejor ocasión la tuvo Memphis, en un libre directo que se encontró con la respuesta de Iñaki Peña. El holandés volvió a poner a prueba al alicantino y lo cierto es que poco más. Muy espeso el Barça.
No le gustó nada el primer tiempo a Xavi y la prueba es que hizo tres cambios de una tacada. Entraron Piqué, Busquets y Dembélé por Araujo, Nico y Ferran. Pareció mejorar el Barça, pero a la hora de la verdad, el equipo siguió sin ideas y fue incapaz de abrir el marcador.