El Barça se agarra a la zona Champions y se sitúa a solo cinco puntos del segundo clasificado, el Sevilla -con el partido aún pendiente ante el Rayo Vallecano en el Camp Nou- después de pasar por encima de Osasuna. El equipo aprendió la lección del jueves ante el Galatasaray y apretó el acelerador desde el inicio para finiquitar el duelo antes de la media hora con tres goles, dos de Ferran Torres y otro de Aubameyang.
Xavi dejó de lado las rotaciones y el cambio más significativo fue la entrada de Gavi por Frenkie de Jong, además de situar a Dembélé en la derecha en el sitio de Adama. Si el técnico quería intensidad, con Gavi la tenía asegurada y con el equipo enchufado, Dembélé era pura electricidad.
El equipo hizo una gran presión desde el inicio, jugando siempre en campo contrario, frente a un Osasuna, cuyo bloque defensivo pronto se rompió. Las movilidad de los puntas y las entradas por detrás de los interiores fueron un tormento para los navarros. Así fue como Gavi se incrustó en el área tras recibir un pase bombeado de Busquets y fue claramente derribado por Nacho Vidal. Ferran Torres transformó el penalti con seguridad y abrió la lata pronto, como había reclamado el míster en la previa.