La ‘era Abramovich’ llega a su fin y en las próximas horas se conocerá al nuevo propietario del Chelsea. El pasado jueves, a las 23:00 en España, se cerró el plazo para presentar ofertas por el club londinense, que cuenta con tres aspirantes definitivos: Steven Pagliuca (dueño del Atalanta y de los Boston Celtics), sir Martin Broughton (expresidente del Liverpool) y Todd Boehly (dueño de los LA Dodgers).
La familia Ricketts, que es conocida en Estados Unidos por ser dueña de los Chicago Cubs, ha retirado su oferta por el Chelsea en el último momento. Su renuncia, tal y como ha adelantado PA, no tiene nada que ver con las protestas de los aficionados blues, que se manifestaron en contra de la familia por su polémico historial de comentarios racistas.
Según la misma información, los Ricketts no han conseguido ponerse de acuerdo con el resto de sus socios en la composición final de la oferta. Una propuesta que también estaba integrada por los empresarios Ken Griffin y Dan Gilbert, que habían reconocido públicamente su apoyo a a la candidatura.
Así las cosas, el gran favorito para comprar el Chelsea es Todd Boehly, que es un “viejo conocido” para la afición blue. Su fortuna está valorada en 6.000 millones de euros, participó en la adquisicón de los LA Dodgers y ya trató de comprar el club de Abramovich en 2018 por más de 2.500 millones de euros, pero su oferta fue rechazada.
Ahora vuelve a lanzarse a por el Chelsea de la mano del suizo Hanjborg Wyss -con más de 4.000 millones de euros de capital-, Jonathan Goldstein, y Clearlake Capital, un fondo de inversión californiano con activos por valor de 70.000 millones de euros. Su propuesta es la más fuerte económicamente y llevan trabajando en ella desde hace tiempo. De hecho, Boehly se habría reunido con miembros senior del Chelsea para discutir las líneas maestras del nuevo proyecto, como la mega reforma de Stamford Bridge.