España sumó su primera victoria en la presente edición de la UEFA Nations League ante Suiza y recobra sus opciones de aspirar al liderato que da acceso a la Final Four. Con el triunfo de Portugal, los lusos son líderes, con dos puntos más que la Roja, y todo apunta a que el desenlace será un mano a mano entre ambas selecciones.
Suiza fue de nuevo el paraíso, eso podríamos decir tras la victoria de España en Ginebra. Diecisiete visitas a lo largo de la historia en las que nunca perdió La Roja. Un buen récord, pero solo eso, porque el 0-1 por el que se solventó el duelo no permite sacar demasiado pecho. Los tres puntos valen su peso en gasolina sin plomo, sí, pero el buen juego sigue en algún lugar perdido. Conviene encontrarlo cuanto antes pues las orejas del Mundial ya asoman por el horizonte. Cinco meses quedan.
Un solitario gol de Sarabia bastó en un partido en el que se vio a un equipo español que recuperó sus señas de identidad como la preisón, con un Gavi omnipresente, y tuvo control. Le faltó lo mismo de habitualmente, tener más punch para plasmar su superioridad en el marcador.
Y lo cierto es que fue una pena no redondear el buen hacer de la Selección en la primera parte. Saltó al campo con una nueva revolución, ocho cambios respecto al partido ante la República Checa; rebobinando un poco más, Llorente en el lugar de Soler era la única diferencia en relación con el equipo que Luis Enrique alineó hace justo una semana frente a Portugal. En el primer minuto de juego quedó claro que España iba a contar con oxígeno extra por la banda derecha con la entrada del futbolista del Atlético de Madrid. Peleó, se hartó de combinar con Ferran Torres o Morata, lo intentó siempre, como dicta su ADN. Contagió además su ritmo al resto del equipo, que negaba la pelota a Suiza.
La Roja apretó desde el inicio y en una recuperación de Ferran llegó el tanto que abrió el marcador. Marcos Llorente, la principal novedad como interior, siguió la jugada y centró para que Sarabia marcara en boca de gol. Un gol que tuvo revisión de VAR, pero el delantero español estaba en línea en el momento del pase.
La Roja merecía el triunfo, si bien llegó a los últimos compases con el marcador apretada y el triunfo era oro. Suiza se dedicó a tirar balonazos, esperando algún rebote afortunado que no llegó y los tres puntos fueron para la selección.