El Dortmund sufrió muchísimo. En el minuto 76, perdía 1-0. El Friburgo, había hecho todo bien. No concedía oportunidades. Dominaba el choque por completo. Entonces, uno de los cambios afortunados de Terzic, Jamie Bynoe-Gittens, tras un disparo aparentemente intrascendente, se encontró con el regalo que lo cambió todo: Flekken dobló sus manos y la pelota entró en su portería.
Moukoko, y otra de las sustituciones del técnico serbio, Marius Wolf, desequilibraron por completo el choque con otros dos goles que acabaron de hundir al Friburgo.
Al igual que en la primera jornada ante el Leverkusen, el Dortmund no convence demasiado pero de momento ha ganando los dos partidos que ha jugado. El primero gracias a Moukoko y este segundo a Bynoe-Gittens. Nuevos tiempos en el Dortmund, nuevas estrellas.