Béticos y romanos firmaron un empate amistoso que sirvió a los verdiblancos para estar matemáticamente clasificados para la siguiente ronda de la Europa League, pese a que todavía deberán certificar la primera plaza, y a los de Mourinho para jugársela por completo en el duelo directo ante el Ludogorets.
Para el Betis la idea fue clara desde el inicio: deseó el balón y lo tuvo casi cuando quiso. Pero la Roma esperaba ese escenario y lo decoró con la presencia sobre el césped de Lorenzo Pellegrini. El italiano trató de emular a Dybala enlazando líneas y tuvo peso en esos primeros minutos mientras el intercambio de golpes parecía destinado a romper la balanza. Mourinho colocó en punta a Abraham y Belotti, lo que para muchos parecía imposible, y encontró ahí una lucha constante con los zagueros del Betis. Paul hacía de Guido y Canales de Fekir. El cántabro, la pieza que nunca descansa, fabricó un regalo perfecto para Miranda que éste no supo aprovechar. Antes, Pellegrini probó a Bravo sin demasiada convicción.
El paso de los minutos despertó cierta valentía en el esquema romanista. Zalewski y Spinazzola estiraron sus alas, pero el Betis mantuvo cierto control en ese vértigo propuesto por Mourinho. Entonces apareció de nuevo Canales. Recibió un pase corto de Rodri para mirar a Rui Patricio desde la lejanía y atreverse con lo que parecía una intención casi utópica. Su disparo encontró el cuerpo de Ibañez en su camino y despistó al guardameta portugués para motivar el delirio del Benito Villamarín. Había medio pase a octavos en ese rechazo.
La Roma no mostró demasiado ímpetu para reaccionar. Simuló querer, pero sobre el césped la necesidad pareció siempre verdiblanca. Joaquín y Rodri fantaseaban con más y Guardado se multiplicó en sus ayudas. Pero tembló el Betis a las puertas del descanso cuando Belotti fulminó a Bravo con un remate de cabeza en el área pequeña. El ajustado fuera de juego del ariete italiano salvó ese trabajado y momentáneo 1-0.
Tras la reanudación, la Roma salió más enchufada y aprovechó unos compases de debilidad del Betis. Después de varias llegadas de peligro, Belotti anotaría el tanto del empate tras ganar la espalda a la defensa verdiblanca junto a Camara, que sería el autor de la asistencia al italiano. Pese a que el colegiado anuló el gol en primera instancia por un supuesto fuera de juego del guineano, el VAR rectificaría su decisión y concedería la diana.
Ya con el 1-1 en el marcador, el partido bajó de revoluciones y de intensidad. Mourinho parecía querer dejar los deberes para el duelo directo contra el Ludogorets, mientras que el Betis, que estaba ya clasificado con el empate, esperaba atrás sin sufrir. De hecho, el primer acercamiento de peligro en esta segunda mitad para los verdiblancos no llegó hasta el minuto 82’, en un golpeo alto de Borja Iglesias.