Franck Ribéry ha dicho basta. El calvario de lesiones en la rodilla que atraviesa el veterano jugador francés en los últimos tiempos le ha llevado a anunciar hoy su retirada del fútbol activo a los 39 años de edad.
Ribéry, leyenda entre otros del Bayern de Múnich, militaba en el modesto conjunto italiano de la Salernitana, con el que sólo ha podido jugar esta temporada 36 minutos en la primera jornada liguera.
Desde entonces, los problemas de rodilla le han mantenido alejado de los terrenos de juego precipitando una retirada que se preveía para el final de la presente temporada.
El técnico de la Salernitana, Davide Nicola, anunció en la rueda de prensa de la víspera del encuentro con el Spezia la decisión del ya exjugador: “Todos sabemos lo que ha representado Franck para el fútbol y para la Salernitana. Es una gran alegría que haya decidido quedarse con nosotros, aunque con otro papel. Será un placer contar con él en mi cuerpo técnico, pudo ir a cualquier lado del mundo y, en cambio, nos eligió a nosotros”.
El entrenador explicó que Ribéry será “un colaborador a 360 grados”: “Es un potencial entrenador por su personalidad, conocimientos y por la capacidad de desdramatizar y saber leer los momentos. Tiene ganas de aprender y eso me gusta: espero que esté en el banquillo conmigo ya mañana”.
El exdelantero, por su parte, confirmó en redes sociales el punto final a su carrera como futbolista profesional con un video y una frase: “El balón se para. Las emociones dentro de mí, no”. En esta temporada apenas había sumado 96 minutos entre Copa italiana y Serie A, debido a una inflamación en la rodilla que le obligó a decir basta definitivamente.
Tras 713 partidos y 163 goles en los clubes, más 81 presencias y 16 tantos con Francia, mañana Ribéry vivirá el primer día del resto de su vida.
