Hace catorce años, entonces en una Eurocopa, hubo un partido que sirvió para que los aficionados se enamoraran de la Selección. Fue el 3-0 en la semifinal ante Rusia, el inicio de todo lo que vino después, que era algo así como jugar al fútbol tocando el violín. Quizá sea solo una ilusión, esto no ha hecho más que comenzar, pero el 7-0 a Costa Rica en el debut mundialista nos deja ese aroma a buen fútbol. Un estilo del que sentirnos orgullosos. Si a este grupo le pedíamos una cosa, que no se traicionara a sí mismo, que jugara el Mundial con el descaro propio de su juventud y talento, ha bastado el primer partido para dejárnoslo claro.
Ha habido muchas sonrisas y rostros felices sobre el campo en la victoria abultada de España sobre Costa Rica. Pero quizás la que más, la de Alejandro Balde. El lateral barcelonés ha debutado oficialmente con la selección absoluta. En toda una Copa del Mundo y en el primer encuentro. El jugador del FC Barcelona se ha saltado todos los pasos previos y ha terminado siendo uno de los protagonistas en la exhibición de los de Luis Enrique.
Dani Olmo se ha mostrado eufórico tras la goleada ante Costa Rica. El centrocampista del Leipzig ha explicado así el resultado. “Hemos hecho un partidazo. Sabíamos que no sería fácil hasta marcar el primero. El equipo ha estado increíble. La clave era controlar el partido desde el principio, lo hemos hecho, creo que el calor les ha afectado y hemos podido generar más”.