La persecución del Manchester City tiene de fondo música de acecho. Los de Pep Guardiola saben que el Arsenal tiene fama de frío en momentos clave, y no quieren dejar pasar la oportunidad que tienen de recortar cada punto en la tabla. Esta jornada los ‘gunners’ no pasaron del empate y los mancunianos metieron un bocado de dos puntos, todo gracias a su triunfo 0-1 sobre el Chelsea a domicilio. Los ‘blues’ confirmaron su terrible crisis y solo han ganado un partido de los últimos nueve en la Premier.
Acumulando hasta siete futbolistas en campo contrario, en una especie de 3-2-5, los mancunianos salieron dispuestos a imponer su juego. Sin embargo, se toparon con un Chelsea que, a pesar de las lesiones, no iba a dar su brazo a torcer con tanta facilidad. Las posesiones y circulaciones de balón de los Skyblues eran largas, pero, en su mayoría, poco fructíferas.
Fue entonces en el tramo final de la primera parte, y precedido por un apasionante duelo de laterales en la banda derecha de Stamford Bridge, protagonizado por Joao Cancelo y Marc Cucurella, cuando llegaron las mejores ocasiones. Una para cada uno. Primero, Erling Haaland. Al noruego, quien no acostumbra a fallar oportunidades claras, le faltaron pocos centímetros para clavar su disparo en la portería de Kepa Arrizabalaga. Y del zapatazo del cyborg al de Carney Chukwuemeka. Sin volverse locos a la hora de lanzarse al contragolpe, los de Graham Potter estaban generando peligro con los robos en campo contrario y corriendo rápido al espacio, y así es cómo el jugador introducido por el técnico inglés en la primera parte estrelló su disparo en la cepa del poste.
Poco le importó a los de Pep Guardiola la resiliencia y pundonor de los Blues durante los primeros 45 minutos o la buena actuación de Kai Havertz, ejerciendo de canal conductor de los ataques locales. Los de Pep Guardiola salieron de vestuarios a llevarse los tres puntos. Buena prueba fue el cabezazo que Nathan Aké estrelló en el palo cuando tan solo habían transcurrido cinco minutos de la segunda mitad. Aunque en el tramo de mayor ritmo de partido, que entró en una ida y vuelta trepidante, el Chelsea también gozó de sus oportunidades, especialmente una de Thiago Silva, el que terminó materializando su superioridad fue el Manchester City.