El Stade Reims empató en el último minuto, gracias a un extraordinario gol de Balogun, ante el PSG en el Parque de los Príncipes. Los parisinos, muy grises durante todo el encuentro, jugaron a la ruleta rusa durante prácticamente los 90 minutos y acabaron pagando las consecuencias. Neymar adelantó a los de Galtier, que se quedaron con un jugador menos por una roja a Verratti. Con diez, y ya cuando el Parque de los Príncipes estaba vaciándose porque había muchos aficionados que daban por hecho la victoria, apareció Balogun para poner las tablas en el marcador. El PSG sigue líder, pero no consigue aumentar su renta respecto a Lens y Marsella, que empataron también.
Al equipo de Galtier le tocó ir a contracorriente de un partido muy incómodo para ellos. Se iba a dar cuenta que las cosas no eran fáciles con el error de Donnarumma antes del minuto de partido que pudo costarle ir debajo en el marcador. Balogun y Junya Ito asediaron constantemente el área de los parisinos, poniendo fríos los asientos del Parque de los Príncipes pero sin poder encontrar el gol que desequilibrara las acciones.
Y con esa duda se fueron al descanso para que, en la segunda parte, el PSG la pudiera despejar. Bastaba poco para que se encontraran los tres de arriba y, aunque sea fortuitamente, lo hicieron. Un disparo de Messi a portería rebotó en Mbappé y, a su vez, le quedó a Neymar, que se plantó frente a Diouf para driblarle hacia un lado y definir a portería vacía.
El fútbol, como siempre, es un deporte impredecible, incierto, en el que la memoria abunda por su ausencia. Justo cuando el partido ya estaba visto para sentencia, en el último minuto del partido, cuando ya las piernas no responden, Balogun, un delantero rapidísimo que ataca el espacio como muy pocos, se merendó a Marquinhos y Ramos, sentó a Donnarumma y definió con la sangre fría de un asesino en serie. Un empate valiosísimo para el Reims y muy espeso para el PSG, que no aumenta su renta respecto al Marsella y el Lens.