Tras ocho victorias consecutivas, el Nápoles debe parar su marcha hacia el tercer scudetto. La Lazio, con un partido defensivo y ordenado, tumbó a los de Spalletti en el Maradona con un tanto de Vecino y, a la espera de los otros encuentros de la jornada, marcha segunda, a 17 puntos de los azzurri. El conjunto sureño puede ver su ventaja reducirse a 15 puntos si Inter y Milan ganan ante Lecce y Fiorentina. Un margen todavía enorme, pero también una señal de que la fiesta, bajo el Vesubio, todavía no puede empezar.
Los romanos arrancaron el encuentro con la mejor ocasión de la primera mitad, un cabezazo de Vecino a pase de Luis Alberto que batió a Meret y Di Lorenzo quitó de la portería vacía. Después, empezó un largo e infructuoso monólogo de los locales, que asustaron a Provedel solo con un centro de Lozano que Osimhen no llegó a cabecear a la red por cuestión de centímetros. El arreón napolitano continuó en la segunda parte y, tras un golpe entre Patric y la ya ‘sagrada’ máscara del nigeriano que hizo temblar al Maradona, Vecino silenció del todo al campo de Fuorigrotta. El uruguayo se sacó de la chistera un remate imparable desde la frontal, tras un mal control de Kvaratskhelia que le entregó el esférico.
En los últimos 20 minutos los sureños se instalaron en la mitad de campo rival pero, tras un cabezazo al larguero del imparable Osimhen, se empezaron a poner nerviosos y, en el descuento, estuvo más cerca el 0-2 con Milinkovic (que remató una falta a la madera), que el 1-1. El Maradona, a pesar de la derrota, aplaudió a sus jugadores. Sarri, mientras, festejaba con los suyos. El amor del 2018 ya es un recuerdo lejano…
Lo consiguió la Lazio. Logró lo que hasta ahora nadie había conseguido. Vencer al invencible. En su casa. El premio es dormir en segunda posición, eso sí, a diecisiete puntos de un Nápoles que, aunque no sea invencible, sigue siendo el dueño y señor de la Serie A.