A vueltas con Kylian Mbappé. Nada más consumarse en Múnich la nueva y decepcionante eliminación de los parisinos en octavos de final de la Champions, el crack francés sorprendió cuando respondió así a la pregunta de cuál sería su futuro a partir de ahora: “Ahora solo me preocupa la Ligue 1, queremos ganarla. No pienso en la próxima temporada. Estoy tranquilo. Mi objetivo es ganar la Ligue 1 y después ya veremos…”.
Ese final dejando todo en el aire ha sido recibido con escepticismo en la planta noble del PSG (de nuevo ha activado el famoso tic, tac) y con algo de indiferencia en la planta noble del Bernabéu, dado que en los últimos años han sido numerosas las declaraciones de Mbappé que sonaban a guiños a ese club que siempre dijo amar desde que era niño. Obviamente, se ha interpretado como un reconocimiento de que si fuese por él acabaría pronto su trayectoria en ese PSG que en seis temporadas le ha negado la Champions, competición que le es esquiva, mientras que ‘su’ amado Real Madrid la gana con la asiduidad de un especialista.
La primera de sus opciones es seguir apostando por el PSG, aunque las comparaciones ya le empiezan a pesar. A los 24 años, Messi ya había ganado tres Champions League, tres Balones de Oro y dos Botas de Oro. Cristiano Ronaldo, por su parte, había levantado una ‘orejona’, un Balón de Oro y una Bota de Oro. En el club de Al-Khelaifi se antoja muy complicado lograr alguno de estos trofeos, especialmente sin una gran campaña en Europa.
Al principio había muchos aficionados blancos que tras su decisión ya no le querían ver ni en pintura en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, la tensión cada vez es menor y gran parte de los madridistas ya le ha perdonado esa ‘traición’.
Su principal reto de blanco, además de convencer a aquellos que aún le tienen en el punto de mira por lo que pasó en 2022, sería conseguir más dominio en el torneo de la regularidad (cinco Ligas en los últimos diez años las ganó el Barça mientras que los blancos tres) y continuar alimentando el miedo que genera el Real Madrid en Europa.
De no continuar en el PSG ni firmar por el Real Madrid, seguramente pondría rumbo a la Premier League, la única competición con músculo económico suficiente para poner sobre la mesa un contrato a la altura de sus elevadas demandas.
Su propio tío aseguró el año pasado que la competición británica sería la mejor opción para él. Aunque se trataba de rumores, se habló de muchísimos conjuntos: Liverpool, Manchester United, Manchester City… Incluso el Newcastle. Seguramente, cualquiera de los citados estaría encantado de incorporar al atacante francés en sus filas.