Mallorca y Osasuna han saldado con un empate el partido que abría la jornada vigésima séptima de la clasificación en la LaLiga en Son Moix, un resultado más favorable para los bermellones, que jugaron desde el minuto 70 con diez jugadores en el campo por la expulsión del central José Copete.
El Mallorca encadena el tercer partido en su estadio sin ganar y solo ha sumado dos puntos de nueve en juego; el conjunto navarro, por su parte, enlaza la cuarta jornada sin conocer la victoria.
Muy lejanas parecen las victorias de los mallorquinistas ante rivales de la talla del Real Madrid, Atlético de Madrid y Villarreal, entre otros equipos, en Palma. La magia que exhibía el equipo del mexicano Javier Aguirre en casa es, hoy por hoy, un bonito recuerdo y cada jornada que pasa su situación en la tabla se complica.
El equipo bermellón salió con mucha intensidad y en los primeros cinco minutos dispuso de tres ocasiones, que se escaparon por poco. La más peligrosa un lanzamiento de falta de Kang-in que se marchó rozando el larguero.
El Osasuna se limitaba a mirar a Rajkovic desde el círculo central, pero no se acercó a saludarle, hasta el minuto ocho, en el que Kike Barja, tras un saque de esquina, pero su disparo se marchó lejos. Barja fue el más peligroso de los visitantes en los primeros compases. El arreón inicial mallorquinista duró menos de diez minutos.
A partir de ese momento, el equipo de Arrasate consiguió llegar hasta el área rival, pero no lo traducía en peligro, fue un espejismo. A los veinte minutos volvieron a la carga los bermellones y la conexión entre Dani Rodríguez, Kang-in y Muriqi, con Maffeo de invitado estelar, volvió a generar peligro.
La segunda parte comenzó con las acciones tan trabadas como en la primera. Los mallorquinistas no encontraban la fórmula para abrir espacios en la cerrada defensa de los navarros. En el minuto 67, Arrasate movió el banquillo y entraron Moi Gómez, Jon Moncayola y, poco después, Abdé, tres titulares indiscutibles, que saltaron al campo con el objetivo de reactivar el juego del Osasuna.
Poco después, el Mallorca se quedó en inferioridad numérica por la expulsión con tarjeta roja directa del central José Copete al sujetar a Rubén García cuando se marchaba en solitario ante la portería.
El objetivo de los tres puntos para el equipo de Aguirre fue distinto tras la marcha de Copete. Entraron un delantero, Tino Kadewere, y un central, Matija Nastasic, por Muriqi y Lee, para defender el empate que, dada las circunstancias, era un buen resultado.