El Liverpool se reencontró con la victoria casi un mes y medio después, tras romper una racha de cinco encuentro consecutivos sin vencer en todas las competiciones al imponerse este lunes por un contundente 1-6 al Leeds.
Una goleada que permitió a los de Jürgen Klopp, que no saboreaban el triunfo desde el pasado 5 de marzo, situarse a seis puntos de los puestos europeos que cierra en estos momentos el Tottenham, que cuenta con un partido más que los “reds”. Mucho más complicada es la situación clasificatoria del Leeds, que dirige el español Javi Gracia, que cuenta con tan sólo dos puntos de ventaja sobre los puestos de descenso, tras encadenar su segunda goleada consecutiva en Ellan Road.
Dos pérdidas en menos de cuatro minutos permitieron que el Liverpool se marchase al descanso con dos goles de ventaja. Alexander-Arnold se llevó el balón con el brazo en la primera acción y terminó asistiendo a Gakpo, que marcó a placer. Ni el colegiado ni el VAR creyeron que fuese una acción punible. Salah marcó el primero de sus dos goles con un zurdazo, cerrando un nuevo contraataque fatal. Los de Klopp fueron intensos nuevamente, presionando incansablemente a su rival y forzando sus errores. Respondieron también cuando uno de los suyos fue castigado con un gol después de una pérdida.
Konaté se desconectó del partido con el balón en los pies a los tres minutos de la reanudación. Sinisterra se lo llevó y batió a Alison picando la pelota, amenazando con meter a los suyos nuevamente en el encuentro. Jones enterró las aspiraciones locales conduciendo un contraataque solo cinco minutos más tarde, y encontrando a Jota con un pase cruzado y preciso. El portugués no tuvo problema en batir a Meslier. Bajó los brazos el Leeds, y la noche terminó en pesadilla. Salah vio cómo le anulaban un tanto por fuera de juego de Van Dijk, pero se desquitó poco después con su segundo tanto de la noche. Jota volvió a marcar, y Núñez también lo hizo al final del encuentro. Díaz fue otra de las noticias para el Liverpool. El colombiano, lesionado desde antes del Mundial, regresó al terreno de juego para disputar los últimos nueve minutos.