La euforia del Dortmund tras el asalto al liderato apenas tardó una semana en esfumarse. El punto obtenido en el Vonovia Ruhrstadion ante el Bochum sabe a poco, tanto por el esfuerzo realizado por el césped como por la situación clasificatoria en la que deja a los pupilos de Edin Terzic. Y es que, a falta de 4 jornadas por disputarse, la pelota vuelve a estar en el tejado del Bayern, que asaltará el liderato en caso de vencer al Hertha el domingo.
A los 5 minutos del choque en el Vonovis Ruhrstadion, Losilla puso por delante a los locales por medio de un derechazo que estalló en la escuadra del marco protegido por Kobel. Fue un shock para un BVB que, eso sí, supo recomponerse en tiempo récord y, tan solo 2 minutos después de verse por detrás en el marcador, logró reaccionar. Lo hizo Adeyemi tras un centro de Malen que Haller rozó lo justo como para que le quedara en bandeja al internacional alemán. A partir de ahí, el BVB se hizo con el control del choque y dispuso de alguna que otra oportunidad para ponerse por delante, aunque tampoco fue capaz de alejar al Bochum de su propia área en una fase final del primer período en el que se le volvieron a ver las costuras a la zaga borusser.
La cosa no cambió en la segunda mitad. El Bochum, consciente de que el Dortmund no estaba plasmando su versión más eficaz sobre el verde, siguió presionando la salida de balón de los de Terzic y, de esta manera, siguieron impidiendo que el Borussia lograra desplegar todo su poderío en la transición. Y los locales también registraron llegadas. Stöger puso a prueba a Kobel tras un córner, pero el meta negriamarillo anduvo atento. Fue entonces cuando el choque se rompió debido a numerosas faltas en ambos lados que mermaron la fluidez de los acontecimientos. Necesitaba un gol el BVB. Pudo haber penalti de Soares sobre Adeyemi, pero el colegiado no lo vio claro. Moukoko, Reus y Reyna entraron para un último empuje por parte del cuadro visitante. La tuvo Bellingham, pero Riemann desbarató el disparo de la perla inglesa. Hummels sí acertó y envió el cuero al fondo de la red de cabeza, pero el tanto terminó siendo invalidado por fuera de juego. Se pidió una mano de Janko que no fue. Quiso, pero no pudo un Borussia que vuelve a abrir la puerta al Bayern.