El Sevilla se impone en los penaltis a la Roma de Mourinho 4-1, después de que el decisivo marcado por Montiel se repitiese tras fallarlo. Bono paró dos. Partido bronco y muy trabado en el que marcó primero Dybala y empató Mancini con un autogol. Culmen al milagro de Mendilibar.
Viajando por el Viejo Continente esta temporada el equipo hispalense ya ha experimentado lo que es que los goles en propia marquen partidos e incluso eliminatorias. Le jugó a favor en los octavos de final, cuando en el duelo de ida en Old Trafford contra el Manchester United Malacia y Maguire hicieron al Sevilla renacer de sus cenizas.
Con un 2-0 en contra, el equipo de Mendilibar vio como sus opciones de pasar a cuartos se multiplicaban con los autogoles de ambos defensas en el tramo final, uno en el minuto 84 y otro en el 92. Momento clave que cambió el estado de ánimo del grupo, que en la vuelta goleó por 3-0.
Se da la curiosidad de que sólo una vez en la historia de la Europa League había habido un gol en propia en la final. Y éste fue también con el Sevilla como protagonista. En la final de 2020 contra el Inter, en un duelo muy abierto, el equipo dirigido aquel entonces por Julen Lopetegui vio como un tanto en propia puerta de Lukaku decidió la final (3-2). Antes, Luuk de Jong remontó una diana del belga pero los ‘nerazzurri’ igualaron merced a Godín.