El Valencia logró la salvación por sus propios méritos al empatar 1-1 en el campo del Betis, sin tener que depender de terceros, después de una pésima temporada en la que jugó con fuego, en un partido en el que el gran protagonista fue el sempiterno capitán verdiblanco Joaquín Sánchez, quien se despidió del fútbol profesional a sus 41 años.
El equipo de Baraja firmó su permanencia en Primera en el gran día del adiós a una leyenda. Joaquín lloró, se emocionó, igualó el récord de Zubizarreta y se marchó entre lágrimas con el Villamarín rendido a sus pies. Para el Valencia, su noche de supervivencia tuvo algo más de suspense desde que Ayoze marcó en el primer minuto y hasta que su niño de oro, Diego López, firmó un empate que bien valió una respiración. Todos sonrieron en Heliópolis. El Valencia estaba destinado a seguir en este primer escalón pese a su sufrimiento. Y Joaquín ya tenía dibujadosu destino desde mucho antes.
Tras un primer tiempo en el que Betis se adelantó con un gol a los 56 segundos de Ayoze Pérez ante un Valencia que necesitaba puntuar para certificar su permanencia sin depender de nadie, los valencianistas reaccionaron en el segundo e igualaron con un tanto del canterano Diego López, en el minuto 71, para ver muy cerca la tranquilidad a pesar de que jugaron desde el 81, más los 12 minutos de prolongación, con uno menos por la expulsión con roja de Yunus Musah, futbolista que apenas duró tres minutos en el terreno de juego.
Este resultado hace que el conjunto valencianista finalice la temporada en decimosexta posición, dos puntos por encima del descenso, empatado con Cádiz y Getafe, que se colocan por delante tan solo por el Gol Average.