El momento que atraviesa la selección alemana comienza a ser preocupante. Después de tener que hacer las maletas en el Mundial de Qatar tras la fase de grupos, caer derrotada ante Bélgica por 2-3, empatar a tres ante Ucrania e imponerse tan solo a Perú por 2-0 en los tres compromisos amistosos en lo que va de año (la Mannschaft no participa en la clasificación para la Eurocopa dado que alberga el campeonato), el combinado dirigido por Hansi Flick volvió a perder, esta vez por 1-0 ante Polonia.
En el duelo particular entre Lewandowski y Ter Stegen, fue el delantero quien terminó llevándose el gato al agua, pues a Polonia le bastó con un solitario gol de Kiwior para asegurar la victoria.
El cuadro germano no entiende de amistosos, mucho menos de homenajes. Poco importó que se tratase partido de despedida del mítico Jakub Blaszczcykowski, sustituído en el minuto 16 -el de su dorsal- con el Stadion Naroodowy a sus pies, los pupilos de Hansi Flick tenían mucho que demostrar y salieron a por todas. Como en tantos otros partidos, se adueñaron de la posesión nada más sonó el pitido inicial.
Pero este dominio, que se perpetuó a lo largo de los primeros 30 munutos, terminó siendo estéril, y el primer golpe lo asestó el cuadro polaco. Aprovechando la desconexión de la zaga en un saque de esquina, Kiwior cabeceó a placer en el corazón del área. Su remate no fue ni mucho menos limpio, y esto desconcertó a Ter Stegen. El esférico botó en el suelo antes de volver a elevarse y, a pesar de los esfuerzos del guardameta azulgrana, terminó besando la red.
Tras el paso por vestuarios terminó la andadura de Lewandowski, prácticamente inédito durante el primer acto. El ariete polaco apenas pudo conectar con sus compañeros, y tan solo fue capaz de crear una ocasión de peligro. También se marchó Szymanski, pero ni siquiera la ausencia de las dos estrellas polacas fue capaz de mejorar la imagen de los teutones.
Fue en los 10 minutos finales cuando Alemania tiró de orgullo para tratar de revertir el rumbo del partido. Thiaw disfrutó de la ocasión más clara del partido mediante un remate de volea, y tanto Wolf como Goretzka lograron conectar sendos testarazos en el interior del área. La reacción, sin embargo, llegó demasiado tarde.