El Real Madrid prepara la visita a Balaídos, donde el Celta celebra estos días su Centenario, con el objetivo de defender el primer puesto de la clasificación que comparte con el Rayo Vallecano y el Valencia.
La única novedad que se espera es el debut de Kepa, y la posibilidad de que Modric sea titular después de ser suplente en las visitas a Bilbao y Almería. Pero, sobre el papel, el italiano apostará por el bloque que utilizó para ganar en Bilbao, en la primera jornada, y en Almería, en la segunda.
El paso del tiempo y la evolución natural de las cosas conlleva cambios, pero Luka Modric lleva años revelándose ante ellos con el rendimiento como principal arma. Cumplirá los 38 el próximo 9 de septiembre en la que es su duodécima temporada como madridista, pero antes tiene tela que cortar. Mañana aguarda el Celta en Balaídos (viernes, 21:30 h), con el croata en medio de una transición dulce de la que se quiere desmarcar. No fue titular ni en el estreno liguero ante el Athletic en San Mamés ni en la visita a Almería del pasado sábado, y espera que ante el equipo vigués llegue su momento.
Que este año su participación se iba a ver resentida era vox populi. Tanto la suya como la de Kroos. Así se lo transmitió Ancelotti a ambos en privado y así lo ha hecho saber también en público. “Su protagonismo será igual, aunque puede ser que jueguen menos minutos”, reconoció el italiano en rueda de prensa tras la victoria ante el Almería.