El Brighton de Ansu Fati cayó derrotado en casa ante el AEK, en el primer partido europeo de su historia (2-3). El conjunto inglés no tuvo su mejor y no mostró la versión que está enamorando a todo el mundo en la Premier, y aún así, mereció más.
Ansu Fati no tuvo su mejor día y no estuvo acertado en la toma de decisiones pese a jugar el partido completo y demostrar que poco a poco va entendiendo lo que le pide De Zerbi.
Un Brighton irreconocible, en un quiero y no puedo constante frenado por la defensa del AEK y que sin ese juego vistoso y atrevido al que acostumbra en Premier League, se encomendó a la creatividad de Mitoma y a un insistente Ansu Fati, que lo intentó una y otra vez con constantes desmarques, aunque sin éxito. Hasta que apareció otra vez Joao Pedro. El ‘10′ se fabricó una nueva acción dentro del área que acabó de nuevo en un lanzamiento desde los once metros. El brasileño volvió a engañar a Stankovic y poner el 2-2. Entonces, sí llegó el ‘momento Brighton’. Con el empuje del Amex Stadium, las ‘gaviotas’ se lanzaron a tumba abierta a por el partido, aunque sin colmillo. Primero Mitoma desaprovechando un balón muerto dentro del área y, acto seguido, Ansu con un disparo manso a las manos de Stankovic pudieron decantar la balanza.
Ya a falta de menos de diez minutos para el final y con el AEK dando la sensación de dar por válido el empate, los griegos se encontraron el gol de cara. Sin quererlo ni buscarlo. Una pérdida en el centro del campo del Brighton, lo aprovechó Eliasson para que Ponce, con algo de fortuna, superase a Steele y mandase a la lona a los de De Zerbi. De nuevo a remolque y con casi cuarto hora de añadido por las lesiones de Milner y Hajsafi, el Brighton, con más corazón que cabeza, murió de pie ante un AEK férreo que desbarató cualquier atisbo de ocasión y conquistó el Amex Stadium en una noche agridulce tanto para el Brighton como para Ansu Fati.
