El Nápoles da un gran paso adelante hacia la clasificación a los octavos de Champions con una sufrida victoria (0-1) en el estadio de un Unión Berlín en caída libre. Los de Fischer encadenaron su novena derrota consecutiva ante el campeón de Italia, que tardó bastante en crear peligro ante el efectivo catenaccio de los alemanes.
García decidió confirmar al once que ganó en Verona, una idea que no dio frutos en los primeros 60 minutos de juego, en los que los napolitanos no remataron a puerta ni una vez. El Unión se quedó atrás, cerrando todas las líneas de pase y enjaulando a Kvara, principal fuente de juego azzurra junto con Lobotka.
Sin Osimhen, lesionado hasta finales de noviembre, el francés optó por la calidad de Raspadori, que pudo hacer poco ante la zaga de tres formada por Doekhi, Knoche (titular otra vez en lugar de Bonucci) y Diogo Leite. Un partido totalmente bloqueado cambió cuando Kvaratkshelia tuvo, por una vez, la posibilidad de encarar a un rival sin tener a otros dos más esperándole. Su víctima fue Doekhi, que se perdió entre sus fintas y le dejó marchar hasta el fondo, donde el georgiano puso un pase de la muerte que Raspadori empujó entre palos.
El italiano, con este tanto, se juntó con Bellingham, Rodrygo, Haaland, Vinicius y Álvarez entre los jugadores nacidos a partir del año 2000 que han marcado al menos cinco goles en las últimas dos Champions League. Tiene buena compañía.
Al final el Union, pese a un primer tiempo en que había recurrido con éxito a su estilo habitual, completa su novena derrota consecutiva en partidos oficiales y no logra salir de una crisis en la que entró tras dos temporadas en las que estuvo logrando resultados por encima de las expectativas.