Rodrygo Goes no solo tuvo que asimilar la derrota de Brasil con Argentina en las Eliminatorias de la Copa del Mundo sudamericanas, sino que, tras el partido, empezó a recibir insultos por parte de, sobre todo, aficiondos argentinos. Eran insultos, muchos de ellos, de corte racista, algo que ha acabado por consumir la paciencia del futbolista del Real Madrid, que ha respondido con un duro comunicado.
“Los racistas siempre están de servicio. Mis redes sociales fueron invadidas de insultos y todo tipo de tonterías. ¡Está ahí para que todos lo vean!”, explica el brasileño, harto de soportar compartamientos denigrantes por su color de piel. “Si no hacemos lo que ellos quieren, si no nos comportamos como ellos creen que debemos, si usamos algo que les molesta, si no agachamos la cabeza cuando nos atacan, si ocupamos espacios que ellos creen son solo suyos, los racistas toman medidas con su comportamiento criminal”, continúa el texto en un tono muy serio.
Según pudo saber AS, el joven delantero brasileño regresó dolorido tras el partido de Maracaná contra Argentina, a pesar de que el paulista lo acabó completo y jugó los 90 minutos ante Messi y compañía. Aterrizó de madrugada en Madrid (a las cinco de la mañana) y, tras unas horas de descanso, pasó por Valdebebas. Se quedó en el gimnasio y no salió al césped con sus compañeros al tener una rodilla inflamada por un golpe.
Para Ancelotti el asunto adquiere mayor gravedad porque se une a la reciente grave lesión de Vinicius, que no volverá al menos hasta febrero. Eso significa que Ancelotti no podría contar en Cádiz ni con los dos brasileños (autores de cuatro goles al Valencia en la última jornada de Liga) ni con Güler, por lo que sólo quedarían dos delanteros sanos de la primera plantilla: Brahim y Joselu. Toca ‘remontar’ también ante la adversidad de las lesiones. Vaya racha.