El brasileño Rodrygo Goes, delantero del Real Madrid, anotó dos goles en la victoria de su equipo frente al Cádiz (0-3) y, de ellos, se quedó con “el primero” ya que fue “más bonito por el caño” que hizo para abrirse espacio entre dos defensas.
“En el caño no tenía mucho que hacer porque me cerraron los dos… Luego tuve tiempo para chutar bien. El segundo fue en un contraataque y Bellingham libera espacio para mí con un movimiento, regateo y meto otro golazo”, rememoró para Realmadrid TV.
Los tres últimos partidos han servido para ver un cambio radical en la producción goleadora del 11 blanco. Números de delantero ofuscado ante la portería rival en el arranque de temporada y cifras de verdadero 9 en las tres últimas citas, en los que ha facturado cinco goles y cuatro asistencias. Un cambio radical en 245 minutos.
El curso empezó de la mejor manera posible para Rodrygo, que anotó el tanto inaugural en San Mamés. Fuegos de artificio en aquel momento. Durante más de dos meses el gol se le negó con el Madrid. Encontró un oasis en Braga. Pero hubo que esperar tres partidos más, precisamente ante los portugueses cuando visitaron el Bernabéu, para que Rodrygo se desatase y diera rienda suelta a su versión más voraz, esa que le ha aupado a ser el segundo máximo goleador del equipo, con siete dianas.