El mejor Liverpool de Klopp ha vuelto y en victorias como la de este domingo ante el Fulham lo demuestran. Ya no solo por el nivel de juego, sino por el espíritu y la capacidad de romper un partido en cualquier momento. Premier League en estado puro.
Las intenciones de ambos equipos quedaron claras desde el pitido inicial. El Liverpool tomó pronto el control mientras el Fulham replegó líneas. Más aún después del susto que los londinenses se llevaron en el octavo minuto de juego, cuando agradecieron la intervención del VAR para anular el tanto que Salah marcó a pase de Díaz. Lo hicieron bien los visitantes a la hora de defender, pero un libre directo de Alexander-Arnold puso por delante a los locales a los 20 minutos.Hubo reacción. Instantánea, además. Solo cuatro minutos más tarde, Wilson niveló el marcador después de una buena asistencia de Robinson. Y vuelta a empezar.
Misma dinámica. El Liverpool al ataque, y el Fulham defendiéndose como gato panza arriba. Hasta que una nueva genialidad puso por delante a los de Klopp. Un mal cabezazo de Jiménez permitió a los red hacerse con la posesión, y Mac Allister batió a Leno desde lejos. Ahora sí, debieron pensar en Anfield cuando vieron a los suyos buscando doblar su ventaja. Vaya sorpresa se llevaron cuando Tete improvisó ante Kelleher, que suplió al lesionado Alisson, a la salida de un córner para empatar otra vez, al borde del descanso. Otro córner, en el séptimo minuto de añadido, amenazaba con desquiciar a Klopp, pero un fuera de juego evitó que el gol de Ream después de un rechace de Kelleher subiera al marcador.
De la nada. Insospechado. Así habría sido la ventaja visitante, y así lo fue en el tramo final del encuentro después de otra ofensiva local del Liverpool durante la segunda mitad. Sin embargo, el gol de De Cordova Reid en el 80′ solo añadió salsa a la deliciosa locura que vivió Anfield. Los scousers vieron como los suyos se colocaron a dos puntos del líder con dos tantos en los últimos minutos. Endo entró al partido en el 83′ y su impacto fue inmediato, empatando en el 87′ después del ofrecimiento de Salah en la frontal del área. Segundos más tarde, Gakpo probó fortuna, el Fulham no acertó a despejar el peligro y llevó el delirio a la grada con el tanto de la victoria. Un gol, un resultado, y una actitud que meten al Liverpool firmemente en la lucha por el título.