Tanto Arsenal como Bayern de Múnich quieren ganar, pero cada uno tiene sus motivos.
Lo de los gunners es más un sueño. Eliminar al Oporto significó su primera presencia en cuartos de final en 14 años. Líderes de la Premier League, seguir avanzando rondas en la máxima competición continental sería la absoluta confirmación de que el Arsenal, a manos de Mikel Arteta, ha vuelto. En el caso de los bávaros, su situación esta temporada es bien distinta. El próximo fin de semana podría materializarse la consecución de la Bundesliga por parte del Bayer Leverkusen, la primera en 12 años que no ganaría el Bayern de Múnich. La Champions League es la última bala de Thomas Tuchel, que abandonará el barco muniqués a final de curso. La historia sitúa a los bávaros como favoritos, pero la historia está para cambiarla.
La última vez que Arsenal y Bayern de Múnich se enfrentaron, los gunners, entonces dirigidos por Arsène Wenger, salieron escaldados. Un doble 5-1, tanto en el partido de ida como el de vuelta, permitió a los muniqueses avanzar hasta los cuartos de final de la Champions League 2016-2017. Y es que tres de las cuatro derrotas más abultadas que ha sufrido el conjunto londinense en competiciones europeas han sido a manos del Bayern de Múnich. Muchas cosas han cambiado desde 2017, y es que este Arsenal poco o nada tiene que ver con el de entonces. “Llevamos 15 años sin pasar a la siguiente fase. Es mucho tiempo para este club. Somos conscientes de ello y por eso tenemos hambre y ganas de conseguirlo”, afirmó Mikel Arteta en la rueda de prensa previa al partido.
Han sido muchos años esperando este momento. Muchos años pensando en un ogro llamado Bayern, que llegaba todas las noches de Champions para atormentar todos y cada uno de los sueños ‘gunners’. Pero ese monstruo escondido en el armario, el que parecía imbatible, ya es cosa del pasado.
El Arsenal ha crecido, se ha vuelto a hacer ‘grande’ y, como los niños, lo que eran monstruos desde aquel lejano 2005, ahora no son más que rivales.
Todos dan al Arsenal como favorito, pero el Bayern sigue siendo el Bayern.