El PSG cumplió con su trámite en Lorient (1-4) con los dobletes de Ousmane Dembélé y Kylian Mbappé.
Los números no mienten y menos con Dembélé, que, después de sus dos goles en el Moustoir este miércoles, acumula 19 participaciones de gol, 5 goles y 14 asistencias, superando, aunque tuvo más parones, los números de la temporada pasada con el Barcelona, en la que se fue a los 8 goles y 9 asistencias.
La asociación con Mbappé, con el que se entiende a las mil maravillas, ha sido otra de las claves para el renacer de Ousmane Dembélé. Ambos se buscan, ambos se encuentran y ambos se potencian en cualquier zona del campo.
Dembélé afronta el tramo final de la temporada en un momento de forma extraordinario, en esa fase de la temporada en la que le sale todo y en la que, por fin, parece haber olvidado los fantasmas del pasado que le atosigaron durante tanto tiempo, tanto en forma de lesiones como por falta de puntería. Luis Enrique, que no ha parado de ensalzarle, incluso en sus momentos más críticos, le ha otorgado una importancia en el Paris Saint Germain que le erigen como uno de los extremos actuales más decisivos del fútbol europeo.
Eso sí, si los parisinos ganan al Le Havre en el Parque de los Príncipes el sábado, levantarán su tercera Ligue 1 consecutiva y la décima en los últimos 12 años.