Tres goles de cabeza, dos de ellos a la salida de un córner, y uno de falta permitieron al Barcelona sacar adelante un examen más complicado de lo que se esperaba ante un Valencia que cayó en Montjuïc por 4-2 tras jugar la mitad del partido con un jugador menos por expulsión de su portero. Con este triunfo, el Barcelona vuelve a la segunda posición y llega en ventaja a la final por el subcampeonato programada para el próximo sábado en Montilivi ante el Girona.
Ayer, y no es la primera vez, un mucho de Lamine Yamal, un poco de Fermín y la tenacidad del veterano Lewy fueron los grandes antídotos contra las frivolidades de Ter Stegen y los errores de Araujo, entre otros. Solo la magia de un Lamine sobreexplotado en su banda, el tesón de Fermín y el olfato de killer del polaco -con la inestimable ayuda de la expulsión merecida de Mamardashvili- evitaron otra debacle importante.
Así es este Barça 2023-24. Un equipo de doble cara: ramplón por momentos, vulnerable en sus líneas y necesitado de estímulos. Minutos después, irrumpe el bloque ávido de balón, con talento y un nueve TOP. Argumentos para ser segundos en la liga y cuartofinalistas en la Champions. Ni más ni menos.