Una vez finalizada la Champions League, las selecciones encaran la preparación para la Eurocopa a disputarse en Alemania a partir del 14 de junio de este 2024.
Final del carrusel de amistosos internacionales con una mayúscula sorpresa: Inglaterra cayó en Wembley ante Islandia. Alemania remontó in extremis ante Grecia.
Ese compás se lo dio Toni Kroos, que disputó su primer partido con su país después de la conquista de la Champions y aportó su granito de arena a la hora de imponerse.
Kroos partió de inicio, escorado por Andrich, roca del Leverkusen campeón que será el encargado de proteger al estandarte alemán durante la andadura de la Mannschaft en la Eurocopa. Con Toni, el juego de Alemania es diferente. El ya exmadridista supo dar la pausa que necesita la tetracampeona del mundo en sus momentos más complicados. Recibe. Construye. Ralentiza. Y verticaliza. Kroos, tal y como venía acostumbrando durante su estelar y última temporada con la elástica blanca, también da sentido a todo lo que hacen sus compañeros del combinado nacional, factor clave para que Alemania terminara imponiéndose sobre la bocina a Grecia.