Lo de Lewandowski en la Eurocopa ha sido un visto y no visto. Todo arrancó mal cuando se lesionó ante Turquía en el último amistoso previo a la competición oficial y tuvo que dejar el terreno de juego por precaución.
Notó algo en el bíceps femoral y, tras ser examinado, se descartó que pudiera jugar en el debut ante Holanda. Lo vio desde el banquillo. La duda era saber si llegaría al segundo encuentro, absolutamente trascendente para la continuidad de los polacos en el torneo.
Polonia y Austria veían este partido como un “partido eliminatorio”. Ganar no te asegura los octavos, pero perder sí la (casi) eliminación. Los austriacos se colocaron en la primera situación y los polacos, en la segunda, después del 1-3 en el Olímpico de Berlín. Se terminó por confirmar que Polonia era la primera selección en caer eliminada de la Eurocopa con el empate entre Países Bajos y Francia unas horas más tarde.