Carlo Ancelotti decía en la previa del partido ante el Espanyol que evaluaba la opción de volver al dibujo del año pasado, el 4-4-2.
Su desvelo es “ser más compactos y para conseguirlo las líneas se tienen que acercar y buscar el equilibrio con y sin balón”.
Una tarea que el equipo no acababa de completar en cada partido jugando con tres delanteros más Bellingham, que estuvo en tres de los siete que habían disputado.
El triunfo ante el Espanyol eleva a 38 las jornadas del Madrid sin perder y se coloca a cinco del récord del Barça.
En estas 38 jornadas consecutivas sin morder el polvo, los números del equipo blanco apabullan. Son 28 triunfos y diez empates, con 89 tantos a favor (2,35 dianas por duelo y apenas 20 en contra (0,52 de promedio). Un poderío que dio un alirón (la Liga) y mantiene al Madrid en la estela del Barça para conseguir otro.