Osasuna se come a los niños

Ni récord de victorias ni presión a los perseguidores. Un Barcelona con un exceso de rotaciones fue devorado por Osasuna en El Sadar, que se impuso al líder por 4-2 en un partido en el que los de Flick tiraron una hora.

Pamplona es campo para gente bragada y el Barcelona salió con demasiados pipiolos que perdieron los duelos individuales ante el equipo navarro, que sigue haciendo de su campo un fortín donde sigue sin perder. Ayer, los rojillos explotaron de nuevo a Bryan Zaragoza, la kriptonita del Barcelona.

Ante el que todavía hoy puede ser considerado uno de los mejores equipos del mundo por estado de forma, lo de Osasuna fue una auténtica exhibición: Budimir por partida doble, Bryan Zaragoza con la rebeldía activada y Abel Bretones con la puntilla con un zurdazo a la escuadra. Ni en sus mejores sueños se hubiera imaginado Vicente Moreno un partido así ante Hansi Flick, que llegaba a Pamplona repleto de confianza y con un once plagado de rotaciones que le acabó saliendo caro. Cuando quiso curar la herida con los cambios y la entrada de Lamine, Raphinha o Casadó, la hemorragia ya era demasiado grande y el daño era irreparable.

About the Author

You may also like these