El Betis tropezó en su estreno europeo ante el Legia de Varsovia con una pobre actuación que no dejó ningún rastro de brillantez.
Al Betis le costó todo desde el inicio. Quiso el balón y no lo tuvo. Ni Johnny Cardoso ni Altimira lograban fabricar juego y Fornals se encontraba demasiado lejos de esa medular sin profundidad.
En el intento de reacción del Betis comenzó a aparecer Fornals. Con el Legia algo más retrasado, los de Pellegrini conectaron más con Chimy y con Juanmi, pero ambos perdían sus duelos individuales sin encontrar nunca la puerta del área.
Los cambios de Pellegrini trataron de cambiar la historia. Más desborde con Abde, más fútbol con el joven Dani Pérez, más chispa con Bakambu. Pero nada cambiaba sobre el césped del estadio del Ejército Polaco. La caída en Varsovia alarga las decepciones continentales de un equipo que no aprende a ganar.
