Mbappé no tuvo, ni mucho menos, su día ante el Liverpool en Anfield. El delantero francés del Real Madrid quedó señalado por un encuentro en el que estuvo aciago desde el punto de vista de la producción ofensiva y en el que, además, erró un penalti en un momento decisivo.
En cualquier caso, éste no es el Mbappé que esperaban.
Porque en el Clásico no acertó, pero al menos probó. Tiró tres veces, las tres entre palos y las tres blocadas por Iñaki Peña. Además marcó un gol anulado por unos pocos centímetros y dio sensación de hacer daño, aunque luego se nublase cuando le tocaba definir. En Liverpool fue otra historia: apenas dos tiros (cuando su promedio del curso venía siendo de 4,7), sólo uno entre palos (venía superando los dos por duelo) y tres regates buenos de seis, aunque todos sin generar ocasiones importantes gracias a esos desbordes. Lo peor fue que, con balón, ni hizo daño al rival ni aseguró la posesión para los suyos: fue el madridista con peor porcentaje de pases (75%) y el que perdió más balones (15) de los blancos.