El Inter se confirma una vez más como un rival muy complicado para el Atalanta.
Los nerazzurri conquistaron el pase a la final de la Supercopa italiana con un merecido 2-0 ante los de Bérgamo, que fueron incapaces de mostrar su habitual fútbol intenso y espectacular. El equipo de Gasperini creó pocas ocasiones y sufrió durante gran parte del partido ante la calidad del conjunto de Simone Inzaghi.
El cuadro ‘nerazzurri’ se mostró muy superior durante todo el encuentro, y ya espera a AC Milan o Juventus en el partido por el título.
La efectividad lo es todo en el fútbol y, sorprendentemente, el partido se fue al descanso sin goles. Pero no tardó en llegar. A los tres minutos de la segunda mitad, Yann Bisseck la dejó de cara en un córner para que Dumfries de tijera enviara el balón al fondo de la red (1-0). Un premio más que merecido a la constancia y la persistencia.
A partir del tanto, la Atalanta dio un paso adelante y, en consecuencia, dejó espacios detrás que el conjunto ‘nerazzurri’ quería aprovechar. Y así fue. En una rápida transición, Dumfries dirigió un misil desde fuera del área que, tras tocar en el larguero, puso el segundo en el electrónico (2-0).