El Madrid pasa el rodillo ante la Deportiva Minera y se mete en octavos con goles de Valverde, Camavinga, Güler (dos) y Modric. Endrick no marcó ni brilló.
Detrás de los selfies, el sorteo de camisetas y la magnífica entrada en el Cartagonova para ver por primera vez al Madrid en competición oficial quedó un partido escandalosamente desequilibrado, demasiado obvio. Este Madrid, incluso en su cara B, es prohibitivo para cualquier equipo de Segunda Federación. El encuentro entre el gran fútbol y el otro fútbol resultó emotivo, pero no emocionante. El equipo de Ancelotti fue coleccionando goles sin dejar de pensar en la Supercopa ni arriesgar el físico. Para el registro quedó el debut de tres canteranos, Lorenzo, Diego Aguado, este a los 17 años, y Chema. Nadie les molestó. Arda Güler dejó dos goles y buenos detalles, Endrick no mejoró su estatus, Brahim demostró que anda muy cerca de Rodrygo y Modric, casi de mediapunta, vivió una noche de recreo premiada por el público. Un excanterano blanco, el meta de la Minera Fran García, dejó paradas de categoría superior. Hizo del partido una enorme autopromoción.
Con una sonrisa de oreja a oreja, los jóvenes procedentes de la cantera del Real Madrid afirmaron que es una alegría inmensa y un sueño hecho realidad el de debutar en el equipo principal.