Por si faltaban recuerdos para rememorar el loco partido de hace un mes y medio entre los mismos contendientes, la lluvia tampoco quiso perderse el reestreno del Benfica-Barça, que fue un duelo de infarto hasta el final. Esta vez, con argumentos diferentes. Partido en inferioridad, un asedio del Benfica y en el que el manual de resistencia blaugrana fue perfectamente interpretado por jugadores como Pedri, Raphinha, Koundé y un Szczesny gigantesco que permitieron al Barça encarar su pase a cuartos de final de la Champions. La victoria del Barça por 0-1 en Lisboa con otro gol de un Raphinha gigantesco cuando las cosas se ponen chungas. Un registro nuevo en este equipo que se atrincheró.
Hansi Flick, como era previsible, sacó el equipo esperado, que si no es el de gala sí que está claro que es el qué más le gusta al entrenador alemán a día de hoy y, probablemente, el que tenía desde hace tiempo en su cabeza. Lo que seguramente no tenía era que el partido empezaría tan a lo loco como el último, aunque en términos diferentes al de hace seis semanas.
El portero del Barcelona Wojciech Szczęsny ha asegurado que están “muy felices” por la victoria del equipo azulgrana en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones frente al Benfica (0-1), pero ha avisado que el “trabajo no ha terminado”.
“Nos queda el partido de vuelta y tenemos que terminar el trabajo de manera profesional, cómo hemos hecho ya”, ha valorado el guardameta polaco en declaraciones a Movistar Liga de Campeones.