Aunque seguramente no le haga nada feliz porque tiene que ver con la lesión de un compañero con el que además mantiene una excelente relación, Gavi puede estar ante uno de sus momentos cumbre de la temporada.
Abril era el mes señalado por los expertos para que alcanzase su primer pico alto de rendimiento después de la grave lesión que sufrió en su rodilla derecha y de la que reapareció el 20 de octubre. El andaluz ha pasado diferentes estados en estos cinco meses. Regresó a los campos de manera paulatina, tuvo un primer subidón en la Supercopa de España y luego bajó un poco.
Gavi jugó un buen partido contra Osasuna en las dos direcciones. Lo dicen sus números: 18 duelos ganados, nueve recuperaciones, cinco regates exitosos y quince progresiones con el balón.
Pero Gavi también ha demostrado que sabe desenvolverse en el puesto de pivote. La lesión de Casadó ha dejado a De Jong y Pedri como únicos especialistas. Eric o Christensen pueden actuar como ‘stopper’, pero si falta el canario o adelanta su posición, le tocará al andaluz, que lleva toda la temporada esperando con paciencia.