En la que debió ser una noche emocionante y emotiva, por la calidad de los equipos, y por la vuelta de De Bruyne al Etihad, fue otro belga, Doku, quien marcó las pautas de un encuentro espeso. Haaland abrió la lata cuando se inició el segundo tiempo y, diez minutos más tarde, Doku sentenció con una jugada mágica. Es el hombre del momento. Está en forma el atacante. La andadura del Manchester City empezó con buen pie. El Nápoles deberá recuperar el paso en las próximas jornadas.
Kevin De Bruyne se habría imaginado un escenario bastante mejor que el que le tocó vivir anoche en su vuelta a la que fue su casa durante diez temporadas. El Etihad Stadium, que le recibió con una atronadora ovación y con un emocionante tifo en la grada, se quedó algo frío con el resultado final de lo que apuntaba a ser una noche épica y acabó a medias tintas.
De Bruyne, titular con el Nápoles, tenía ganas de demostrar que el Manchester City se equivocó al no permitirle seguir una temporada más (el belga quiso renovar, pero no se llegó a un acuerdo) y de devolverles a los aficionados ingleses un espectáculo como los tantísimos que vivieron en sus mejores veladas en la Premier League. Sin embargo, un contratiempo frustró sus planes: fue en el minuto 19′, tras una entrada de Giovanni Di Lorenzo que revisó el VAR y acabó costándole la expulsión.
