El Madrid evitó con muchas apreturas finales una de esas derrotas que quedan grabadas en piedra y en la memoria colectiva, Mbappé dio dos pasos más para establecer una nueva plusmarca de goles en un año en el Madrid jugando sorprendente y hasta temerariamente los 90 minutos y Xabi Alonso no salió en mejor situación de la que entró, que sigue siendo entre inquietante y crítica.
A los grandes les cuesta encontrarle el encanto a estos partidos, que son para uso y disfrute del modesto y su afición, pero lo buscó Endrick, rápido, voluntarioso, más fino de pies de lo que había mostrado hasta ahora. Quizá lo necesite el Madrid, pero parece inevitable que lo tenga el Lyon. Xabi le ha puesto en el escaparate demasiado tarde. También Ceballos levantó la mano para pedir papeles más largos en el futuro. Lunin fue providencial, el canterano David Jiménez no desentonó y el Talavera podrá presumir de que resistió 40 minutos, de que obligó a pedir la hora al Madrid al final y de que coleccionó unas cuantas camisetas/souvenirs.
“Endrick ha estado muy activo, con mucho cambio de ritmo y vertical. No se le ha notado la inactividad, le felicito porque lo ha hecho bien”, explicó el entrenador blanco sobre el partido del brasileño.