El virus FIFA volvió a infectar al Barça, que todo apunta a que perderá a Ilkay Gündogan por problemas musculares. El capitán de Alemania se lesionó en la parte posterior del muslo derecho durante la primera parte del amistoso contra Francia. El duelo, del todo inoportuno con un calendario cebado, se lo llevaron los germanos.
La afrenta nipona aún palpitaba, ya sin Hansi Flick de director y entregados al interinaje de Rudi Völler. Alemania digirió rápido el oprobio ante Japón y en cuatro minutos pasó el ‘marrón’ a Francia, contemplativa en defensa sin el coraje de Koundé, suplente en Dortmund. Combinación eterna en la frontal, desmarque de ruptura de Henrichs y Müller que hizo lo que lleva toda su carrera haciendo. Control poco ortodoxo y volea a quemarropa.
El combinado galo siguió a lo suyo tras la reanudación, pero se topó con una Alemania sólida atrás y flexible en ataque que buscaba la sentencia. Entre Müller, Serge Gnabry, Leroy Sané y Florian Wirtz, los de Völler no pararon de dejarse ver en las inmediaciones del marco francés. Tuvo suerte Alemania en un disparo de Tchouameni que Kolo Muani, después de encontrase con el despeje de Ter Stegen, no pudo materializar. Deschamps optó por Dembélé para la embestida final. Pero Francia no fue capaz de poner en evidencia a una Mannschaft que logró sentenciar el amistoso gracias a una filtración de Havertz que el imperial Sané ejecutó sin piedad, dejando el penalti que cometió posteriormente sobre Eduardo Camavinga (y Antoine Griezmann transformó) en mera anécdota.