Aumenta su ventaja en la Premier el Liverpool, que sufrió pero estrenó el 2024 con tres puntos que le permiten consolidar su liderato. Mo Salah, con doblete y una asistencia, derribó un muro llamado Martin Dúbravka. El portero del Newcastle evitó que la goleada encajada fuera mayor.
Por cada minuto, una acción de peligro del Liverpool. Presión feroz de los de Klopp, que encerraron a su rival sin ofrecerle opción a réplica. Solo hubo un equipo en Anfield. Uno que creyó adelantarse en el minuto 18 y que pudo hacerlo dos minutos después. Díaz encontró una pelota que pinchó cómodamente por encima de Dubravka. El tanto fue anulado por un fuera de juego de Núñez. Díaz fue derribado posteriormente por Botman en el área, pero Dubravka salvó un pobre lanzamiento de penalti de Salah. Creció la frustración local. Más aún cuando Burn cabeceó un centro de Miley a la red. Por suerte para la parroquia de Anfield, Isak estaba en fuera de juego cuando empezó la jugada. Pese a los 18 disparos, uno de ellos de Alexander-Arnold al larguero a seis minutos para el descanso, la primera parte terminó sin goles.
Salah enmendó su fallo tras la reanudación, y el Liverpool empezó a hacer valer su dominio. El egipcio marcó su gol 150 en la Premier League después de que Díaz y Núñez condujesen un contraataque en el minuto 49. El uruguayo pudo sentenciar el duelo en el minuto 52. No encontró la forma de superar a Dubravka, y de la nada, Isak volvió a meter al Newcastle en el partido. Inmediatamente después. El sueco aprovechó la indecisión de Van Dijk a la hora de tirar el fuera de juego y batió a Alisson.
Pólvora mojada en el diluvio de Anfield. Klopp tuvo que mover ficha, y acertó. Jota, que salió del banquillo, arrancó en el centro del campo en el minuto 74. Tiró una pared con Salah al alcanzar el área y asistió a Jones ante la salida de Dubravka. El centrocampista solo tuvo que empujar el esférico a la red. Salah cobró mayor protagonismo en la siguiente acción de ataque, centrando con el exterior de su pie. Gakpo, en buena posición, no pudo fallar. Su mal control valió para el esférico cruzase la línea y el Liverpool tomase una ventaja cómoda. Cómoda pero comprometida. Un error en la marca facilitó que Botman hiciese el 3-2 en el minuto 81, pero Jota y Salah volvieron a golpear. El portugués ganó un penalti dudoso, y el egipcio se despidió de su equipo marcando desde los once metros.