Álvaro Morata es el corazón del Milan. Cuando no está se nota y cuando juega, también.
El español volvió a ser decisivo para el triunfo de los rossoneri contra el Lecce, un 3-0 en el que anotó un gol y propició el tercero, liderando así la segunda victoria consecutiva de los rossoneri, que han levantado cabeza desde el derbi de la semana pasada.
El delantero español, con nuevo ‘look’, completamente rapado, celebró su segundo tanto del curso para abrir definitivamente las compuertas del fortín del Lecce.
Y, precisamente, fue Theo Hernández, tras un pase filtrado de Rafa Leao, quien aumentó la renta con un zurdazo inapelable desde una esquina del área pequeña de Falcone.
A la fiesta se unió Pulisic, que ya al filo del descanso no desaprovechó un remate al palo de Abraham para recoger el rechace y sentenciar el partido.