Si el humo blanco emanó este jueves de la Ciudad del Vaticano, desde Florencia se hizo lo propio, pero esta vez con tintes verdiblancos. El Real Betis Balompié se ganó merecidamente en el Artemio Franchi el pase a su primera final europea de la historia tras una prórroga de infarto que pasará al recuerdo de la afición bética.
En la final de Wroclaw espera el Chelsea, una última prueba para un equipo que ya es historia en Heliópolis, pero que quiere el colofón final con la Conference League.
Aunque el mérito del pase a una final no pueda ser más que compartido, Antony ha sido uno de los grandes protagonistas de la eliminatoria entre el Betis y la Fiorentina. Dos goles y la asistencia definitiva que mete al Betis en un avión para la final de Breslavia del 28 de mayo. Y un llanto casi inconsolable al final del encuentro mientras los béticos entonaban un cántico y un ruego: “Antonio, quédate”.
Pero, ¿por qué lloraba Antony? La respuesta está en los meses tan duros que vivió en Manchester antes de que el Betis se cruzara en su camino. Y así lo reconocía a AS. “Me siento muy feliz pero los protagonista son todos los jugadores del Betis. El grupo es increíble, la afición es increíble. Y me siento también muy feliz por los momentos que estoy viviendo, porque echo la vista a cuatro meses atrás y… Las lágrimas eran de felicidad y alivio. Mi familia y yo sabemos cómo lo he pasado y para estar disfrutando de este momento tenía que vivir ese proceso. Hoy soy un hombre mucho más maduro por todo lo que pasé”.
