La posibilidad de que Erling Haaland acabe jugando de blaugrana se ha complicado. El presidente Joan Laporta movió sus hilos aprovechando la buena relación que mantiene con el representante del delantero noruego, Mino Raiola, y durante unas semanas pareció que el joven futbolista podía estar muy cerca del Camp Nou.
La irrupción del Real Madrid, que tiene preparados 350 millones para abordar el fichaje, y muy especialmente del Manchester City, que está dispuesto a poner el dinero que haga falta encima de la mesa, han devuelto al club blaugrana a su cruda realidad económica.
El pasado domingo, después de que el equipo de fútbol femenino se proclamara campeón de la Primera Iberdrola con una manita al Real Madrid, el propio Joan Laporta reconoció que la llegada del delantero del Borussia Dortmund era casi una utopía. “Ni que tuviésemos una mejor economía, creo que no deberíamos hacer según qué operaciones”, dijo el presidente del Barça.
El vicepresidente económico de la entidad blaugrana, Eduard Romeu, fue aún más explícito este martes asegurando: “Las cifras de Haaland se nos escapan en este momento”.