El Barça cosechó la segunda derrota en la Champìons League ante el Inter y se complica mucho la vida.El Barcelona vuelve a estar en un callejón sin salida y en una situación límite en Europa tras caer de manera imperdonable en Milán ante el Inter por 1-0.
Lewandowski estuvo muy bien marcado y Dembélé mostró demasiada irregularidad. La guinda fue el penalti que no señaló el árbitro antes de un remate de Ansu Fati, que se le vio muy mejorado y ayudó a cambiar la cara del partido.
Xavi se desgañitó en la previa para avisar a los suyos de que el partido contra el Inter era un encuentro en el que “no se podía fallar”, les avisó que la pelota iba a ser suya, pero que las contras del rival iban a ser mortales y que el peligro del Inter solo iba a llegar desde fuera del área. Ni caso le hicieron.
Ante este descalzaperros del Barcelona, el Inter lo tenía muy claro: taparse atrás y salir a la contra, donde el Barcelona temblaba. Çalhanoglu ya puso a prueba a Ter Stegen de lejos a los 7 minutos, Di Marco, lo volvió a intentar a distancia a los 20 minutos y tres minutos después, toda la corte celestial bajó a salvar al Barça tras unas manos de Eric Garcia que en basket hubieran sido dobles y que no fueron penalti porque Lautaro inició la jugada en fuera de juego. Por el pelo de una gamba. Más claro fue el orsay de Correa cinco minutos después que acabó en gol, pero los síntomas del huracán eran claros. El Barça era una máquina de perder balones. El Inter esperaba su ocasión, que cristalizó en el descuento de la primera parte, cuando Çalhanoglu disparó desde la frontal y esta vez no hubo milagro.