Las Fires de Sant Narcís no podrán tener mejor final: este Girona vence y enamora. El conjunto rojiblanco firmó su mejor partido de la temporada para dejar en la lona a un Athletic que por momentos persiguió sombras y no supo contener a un bloque que verá el resto de la jornada con la tranquilidad que otorga saber que, pase lo que pase, seguirá fuera de los puestos de descenso. David López e Iván Martín desataron la locura en un Montilivi entregado. Pero como en todo amor hay sufrimiento, a los gerundenses les tocó pedir la hora ante un Athletic que, pese a no estar cómodo, quiso morir de pie. Guruzeta hizo el 2-1 a falta de diez minutos. Pero fue estéril y los bilbaínos en lugar de mirar hacia la Champions lo que harán será tratar de no perder la sexta plaza. Osasuna acecha.
Miguel intentó a los 6′ y a los 9′ fue Toni Villa el que remató desviado después de una gran jugada coral. Unai Simón, pasado el cuarto de hora, puso una buena mano al chut de falta de Aleix Garcia. Y al 19′ ha sido Yangel, de los mejores, el que se ha quedado quedó con la miel a los labios después de un caño y un disparo que no prosperó.
Del Athletic nada de nada. Sin pelota, los intentos de transiciones largas los tapaba, siempre con acierto, un Oriol Romeu imperial. Solo al 40′, eso sí, el equipo de Valverde pudo marcar de no ser por la excelente respuesta de Gazzaniga.
El segundo tiempo ha empezado como lo ha hecho lo primero, con un avalancha de los de Míchel, que han ido acumulando ocasiones. La gran diferencia es que, esta vez, sí que los ha acompañado la puntería. Al 66, a pelota parada, cayó el primero. Por fin. Aleix Garcia sirvió una falta lateral dirigida al primer palo, donde encontró la cabeza de David López para celebrar el 1-0.
El gol lo han celebrado desde el césped Stuani e Iván Martín, que hacía muy poco que habían entrado en el campo. Precisamente este último, que reaparecía después de haber estado sin jugar desde junio, fue clave en la acción del 2-0. Una acción de peligro del Athletic terminó en un balón largo que cazó Martín, controlando a portería y dirigiendo un chut que se coló por debajo las piernas de Unai Simón. Delirio en Montilivi.
Pero como que no hay partido tranquilo por el Girona, la emoción se multiplicó cuando Guruzeta ha recortado distancias al 78′. Solo en el área conectó de primeras un centro de banda derecha imposible para Gazzaniga. Tocaba sufrir, no había nada decidido.