El Borussia Dortmund se despidió de la Bundesliga hasta después del Mundial de Catar con una derrota holgada ante el Borussia Mönchengladbach, que desnudó a la timorata defensa del equipo dirigido por Edin Terzic, incapaz de frenar una goleada (4-2) que merma sus opciones de lograr el título.
El premio se lo llevó los locales, que por eficacia han sido mejores que los borusser. Se adelantaron casi nada más iniciar el partido por parte de Hofmann aprovechando las concesiones defensivas de los de Terzic, muy vulnerables todo el encuentro. Igualaba Brandt, uno de los muchos que estarán en Qatar y que no se han guardado nada en todo el encuentro. Pero en dos fogonazos, el Gladbach ponía tierra de por medio con el 3-1. Bensebaini, de bello cabezazo, y Marcus Thuram en una inmensa cabalgada, ponían el jolgorio en las gradas del estadio local. Otro gran ambiente.
Mención aparte merece Marcus Thuram. No estará con Francia en el Mundial pero su temporada bien lo merece. Deschamps tenía mucha pólvora y ha preferido dejarlo fuera, pero en una lista de 25 y con una plaza por cubrir, su presencia hubiera sido un premio a este magnífico arranque de campaña. Marcó un gol pero perfectamente se pudo haber ido a su casa con un poker de tantos. Su superioridad y su potencia frente a la endeble defensa visitante fue insultante. Los devoraba en cada arrancada a la espalda. Los Bellingham, Moukoko, Malen, Reyna, Adeyemi fueron inofensivos para un Gladbach que tuvo su mejor actuación y que pisa los talones a los de Dortmund en la clasificación. Los amarillos agradecen el parón por el Mundial ya que acumulan dos derrotas consecutivas y ven alejarse las opciones de puestos de Champions, con las que todavía sueña el Mönchengladbach. Si sigue jugando como este viernes pronto estará entre los cuatro primeros.